lunes, 30 de septiembre de 2013

Crímenes horrendos


- Hija, a ver si puedes ayudarme.

La anciana que se acerca a la caja trae en la cara dos ojos azulísimos que me sonríen.

- Dígame.

- Mira, yo venía buscando una novela. Para mí. Quiero una novela de crímenes. Pero de crímenes horrendos, de esos suecos.

Su mirada es más joven que el cuerpo que tiene puesto. Hay algo fresco, jovial, en ella, que se refleja en su tono de voz, en su manera de decir lo que dice.

- A mi edad, una ya está harta de novelitas de amor y lujo; ya verás cómo a ti también te pasará un día. Mi hija se aterra porque ahora me ha dado por la novela negra. Cuanto más bestia, más me gusta. Ya verás, es como... Un paso natural que hay que dar.

La señora se marcha, sonriente y satisfecha, con dos novelas de bolsillo. A mí me deja igual de sonriente en la librería, un poco menos sola de lo que estaba antes de que ella llegara.

Quién la hubiera podido conocer con cincuenta años menos.


viernes, 27 de septiembre de 2013

Conversaciones con Vero (I)


- ¿Sabes cuántos miles de años tiene la cerveza?

- Mogollón. Si la bebían los egipcios...

- ¿Sabes que el otro día grabaron un OVNI en Barajas?

- ...

jueves, 26 de septiembre de 2013

Sin excusa


La manipulación propia del discurso publicitario se manifiesta ante nuestros ojos con un descaro tal que ni siquiera reparamos demasiado en ella.

Al pasar junto a una clínica de tratamientos estéticos, un cartel gigante y colorido me informa de algo que yo no sabía:

¡Ya no hay excusa para no estar siempre perfectas!

Obviamente, hemos internalizado tan bien nuestra obligación que no es necesario que nos la recuerden: basta con que desautoricen nuestras excusas.



miércoles, 25 de septiembre de 2013

Radiografía


Leo a Victoria Camps con agradecimiento. Gracias a ella estoy comprendiendo la belleza intemporal de la Ética de Spinoza. Vivo esta lectura como una radiografía por dentro.

Dice Victoria Camps:

Cuando falta o falla el conocimiento, la imaginación intenta suplirlo y, al hacerlo, confunde las afecciones de las cosas con las cosas mismas.



lunes, 23 de septiembre de 2013

The wee small hours



A las cinco y media de la mañana todo está oscuro más allá de mi habitación y el mundo permanece detenido, a la espera de que alguien baje la aguja del tocadiscos. Qué hostil y qué hermosamente desnuda se muestra la realidad a esa hora. Es extraño el universo, tan inmensamente pendiente de sí mismo. 

Mientras espero el autobús se va desvaneciendo el sueño, vuelvo sin darme cuenta a la piel en que me encontraba apenas unas horas antes, negligente, distraída.



domingo, 22 de septiembre de 2013

Golpes invisibles

Sentada en un banco de metal, esperando el tren, lo vi. Un moratón grande e impecablemente circular, debajo de la rodilla, un poco a la izquierda de la articulación. Lo primero es el asombro (¿qué hace esto aquí? ¿Cómo ha salido? No recuerdo haberme dado ningún golpe), y lo segundo es la prueba de Santo Tomás: apretarlo con la yema del dedo índice para tratar de extraer alguna información a través del dolor previsible.

Nuevo asombro: no hubo dolor. Taciturna, apreté con más fuerza y entonces sí, sentí un simulacro de dolor lejano, tenue, como llegado directamente de la infancia.



martes, 17 de septiembre de 2013

Preguntas


Ayer preguntó en voz alta:

- Lola, ¿qué es un desamparo?

Traté de explicarlo para toda la clase, pero me resultó muy difícil no entrar en bucle mirándola; la imaginaba por dentro, pensando en una lengua que no es mi lengua, aproximándose con cada pista mía a una palabra con tanta soledad detrás.



lunes, 16 de septiembre de 2013

Misterio


Abriendo pàginas un poco al azar, releo fragmentos de Cortàzar  y me invade el asombro. No recuerdo haberlos leìdo nunca antes, aunque sin duda es mi mano la que subrayò todas esas palabras que ahora me intrigan, como si estuviese hablando con una doble mìa totalmente desconocida. 

Lo cierto es irse. Quedarse es ya la mentira, la reconstrucciòn, las paredes que parcelan el espacio sin anularlo.



domingo, 15 de septiembre de 2013

Cambio de rumbo


Cambio de rumbo. Otro más. 

El verano ha sido benigno, las vacaciones, una delicia. 

Estuve a punto de cerrar este blog porque ya había cumplido su función, y porque en realidad nada de lo que que digo por aquí es importante. Y entonces me di cuenta de que la mayor parte de las cosas que se dicen a diario no son importantes. Y qué significa importante en todo caso. Y por qué voy a querer yo decir cosas importantes. 

Hoy he visto los primeros caracoles del otoño y los he visto a tiempo, justo a tiempo para evitar pisarlos.