jueves, 31 de octubre de 2013

Por qué en griego


Me gusta la resonancia familiar de sus consonantes tan recias, el lirismo de sus palabras más cotidianas. Suena como suena la vida en una casa que una siente como propia. Las ideas más sencillas se subordinan y se siente el peso de cada verbo conjugado, la ramificación interminable de sus declinaciones. 

Delicia de la precisión semántica, de la expresión arbórea.

miércoles, 30 de octubre de 2013

Por qué en inglés


Me gustan las sílabas que resbalan en la boca, las vocales que dan su vida para que el discurso fluya con mayor rapidez. Las explosiones cálidas de la p y la t y el atropello esdrújulo, elegante, sensual, de tantas combinaciones posibles. 

Palabras como uvas lavadas que estallan entre los dientes y dejan su zumo sobre la lengua.

domingo, 27 de octubre de 2013

Mitropanos y la memoria


El bofetón del recuerdo se contiene en muchas canciones que nos visitan por primera vez un día de manera inocente y que luego regresan, tiempo después, para dejarnos clavado su aguijoncillo invisible.


Cuando escucho al gran, gigantesco Mitropanos, recuerdo a mi querida Chipi, con quien algunas veces canté y bailé zeivékika en su casa de Argüelles. El día en que Mitropanos murió me enteré por ella, y escuchamos Rosa en su ordenador portátil. Los circuitos de la memoria tejen sus hilos invisibles y no lo percibimos en ese momento, pues raramente se da cuenta una de que está archivando un futuro recuerdo; tan fresco en la memoria, tan cercano cuando suena la música y en cambio hoy hace muchos siglos de 2012, hace muchas ciudades desde entonces. 


Paso a menudo, por trabajo, cerca de aquella casa de Argüelles, pero el verdadero revulsivo de la memoria no es la calle ni la parada de metro, sino la ausencia física de mi amiga en Madrid, la voz tremenda de Mitropanos flotando en mi habitación.


Ρόζα

Rosa

Mis labios están secos y sedientos:
ansían el agua del asfalto.
Pasan junto a mí los automóviles;
tú me dices que nos aguarda la tormenta
y me arrastras a un húmedo cabaret.

 Caminamos juntos por la misma calle,
pero nuestras celdas están separadas.
Deambulamos por una mágica ciudad.
Ya no me interesa averiguar qué es lo que buscamos,
me basta con que me des dos besos.

Me apuestas a la ruleta y me pierdes
en una fábula de pesadilla;
mi voz es ahora la de un insecto,
mi vida, una planta trepadora
y tú me apuñalas y me lanzas a la fosa.

Cómo de la necesidad nace la Historia,
y cómo se convierte la Historia en silencio...
¿Qué me miras, Rosa? Estoy paralizado.
Discúlpame por no comprender
lo que dicen los ordenadores y los números.

Amor mío, hecha de carbono y azufre,
cómo te ha cambiado el tiempo.
Ahora pasan los vehículos sobre nuestras cabezas
y yo, en mitad de la niebla y la tormenta,
duermo en ayunas a tu lado.

Cómo de la necesidad nace la Historia,
y cómo se convierte la Historia en silencio...
¿Qué me miras, Rosa? Estoy paralizado.
Discúlpame por no comprender
lo que dicen los ordenadores y los números.



Letra: Álkis Alkeos
Música: Thános Mikroútsikos



jueves, 24 de octubre de 2013

Un encuentro


Lo que nunca debió haber sucedido. Lo que no supimos prever porque nos faltó imaginación o lucidez. Lo que entonces no sabíamos. Lo mucho que aprendí del desastre, lo útil que me ha resultado desde entonces. Una extraña sensación de gratitud que él jamás entendería, que nadie más entendería, que sólo yo entiendo y con eso me basta. The small talk. La despedida breve, contenida, fiel repetición de todos los finales repetidos.


martes, 22 de octubre de 2013

Conversaciones con Olga


He sabido que Olga ha aprendido hoy una de esas técnicas obsoletas y ancestrales que nunca sabes cuándo pueden resultarte útiles, cuándo podrían llegar a salvarte la vida. Es muy importante tener vecinos que la ayuden a una a hacerse cargo de todo tipo de situaciones, porque no man is an island y todos nos necesitamos unos a otros. Tengo la esperanza nada secreta de que ahora Olga me transmita sus recién adquiridos conocimientos para que yo a mi vez pueda también pasárselos a otros.

La vida moderna no se ocupa de lo verdaderamente importante con tanto wifi, gps, hologramas, gafas de realidad virtual. Y eso que lo importante, como se puede leer en ciertas camisetas metafísicas, es saber qué es lo importante. Es por ello que me alegro de que esta mañana mi amiga haya aprendido a descolgar un garrote de un árbol.


jueves, 17 de octubre de 2013

The Awakening


Ha caído en mis manos The Awakening, de Kate Chopin, grato descubrimiento más bien azaroso.

Leo frases que podrían ser aforismos o epitafios  y tengo que releerlas y recuperarme de la sorpresa que me causan.

A certain light was beginning to dawn dimly within her, - the light which, showing the way, forbids it.

Me gusta mucho la manera en que Chopin expresa la incertidumbre que el deseo conlleva. Sigo leyendo y la fascinación no cesa:

But the beginning of things, of a world especially, is necessarily vague, tangled, chaotic, and exceedingly disturbing.How few of us ever emerge from such beginning! How many souls perish in its tumult! 


martes, 15 de octubre de 2013

Los episodios decisivos


No siempre se acuerda uno de todos los episodios decisivos de su vocación.

Lo sabe Muñoz Molina y ahora lo sé yo también.

Cuando hace años me regalaron aquella cartera de piel, mi cartera intemporal de maestra de escuela, me quemaba en las manos como una maldición: No valgo para esto, qué pinto yo aquí, no sabré qué decir a mis alumnos ni cómo tratarlos.

Pero con el paso de los años se han ido produciendo los episodios decisivos a los que Antonio se refiere. Quizá la entrega de aquella cartera fue el primero de todos, un voto de confianza que yo no estaba segura de merecer. Y otros siguieron después, y el resultado es esta certidumbre interior, este disfrute exacto de lo que hago; el anticipo de todo lo que me queda por hacer.



jueves, 10 de octubre de 2013

Crónicas afónicas


Oídos taponados, silencio forzoso como de retiro espiritual. Tirada en la cama planeo mi próxima escapada al Planetario y me quedo mirando al techo: Soy Major Tom and I'm floating in a most peculiar way...

Space Oddity


miércoles, 9 de octubre de 2013

Reruns


He vuelto a ver 500 Days of Summer. La primera vez que la vi fue cuando la estrenaron, allá por 2009.

Como suele sucederme con los libros y películas que no me marcan especialmente, no recordaba apenas el argumento. Tenía, eso sí, el recuerdo de haber comentado a la salida del cine algo así como: Vaya, acaba mal, pero en la última escena se sugiere cierta esperanza.

No es que haya pasado una eternidad desde entonces, pero quizá sí.

Ahora me parece inexplicable que el protagonista no viera (¡que no las viera yo en aquel momento!) las innumerables banderas rojas que anunciaban el desastre desde el principio. Cae por su propio peso que, si bien los seres humanos somos complejos y bastante imprevisibles, cuando alguien de verdad quiere estar contigo, no hay excusas ni péndulos: simplemente está, se mantiene cerca.


domingo, 6 de octubre de 2013

Sueños


En estas últimas dos semanas me estoy dedicando a soñar con la muerte de personas que forman o han formado parte de mi vida en algún momento. Llevo contabilizados seis decesos (dos ataques al corazón, una joven aplastada por un muro al caerle encima, otra fallecida en un accidente de coche, otro muerto por causas desconocidas y por último una víctima de una inundación), es decir, seis que yo recuerde, porque ya sabemos que olvidamos gran parte de lo que soñamos: es posible que la nómina sean aún mayor.

Todas estas personas están vivitas y coleando y, hasta donde sé, no les va mal. A santo de qué se me mueren por la noche, me parece todo un misterio. Lo más curioso es que en el momento no siento dolor ante la pérdida, sino más bien una especie de resignación tranquila, como si entendiese algo muy importante que, al despertar, se me olvidara por completo.