miércoles, 9 de octubre de 2013

Reruns


He vuelto a ver 500 Days of Summer. La primera vez que la vi fue cuando la estrenaron, allá por 2009.

Como suele sucederme con los libros y películas que no me marcan especialmente, no recordaba apenas el argumento. Tenía, eso sí, el recuerdo de haber comentado a la salida del cine algo así como: Vaya, acaba mal, pero en la última escena se sugiere cierta esperanza.

No es que haya pasado una eternidad desde entonces, pero quizá sí.

Ahora me parece inexplicable que el protagonista no viera (¡que no las viera yo en aquel momento!) las innumerables banderas rojas que anunciaban el desastre desde el principio. Cae por su propio peso que, si bien los seres humanos somos complejos y bastante imprevisibles, cuando alguien de verdad quiere estar contigo, no hay excusas ni péndulos: simplemente está, se mantiene cerca.


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