domingo, 10 de noviembre de 2013

Cartas de navegación


Sólo puedo hablar por mí, claro, pero en mi caso la clave ha sido simplificar. Y eso, contando con el miedo que da preguntarse qué es lo esencial. Sobre todo porque siempre existe la posibilidad de cometer un error y pasarse o no llegar. Pero a pesar del miedo, merece la pena. 

Los errores están infravalorados y la alegría también: es curioso que tengan eso en común. 

Hasta aquí, bastante bien. Y ahora, Casiopea.

Casiopea, Silvio Rodríguez


Constelación de Casiopea



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