viernes, 7 de marzo de 2014

Cosas que los nietos deberían saber


Me puso el libro en las manos. Literalmente hablando. Lo dejó en mis manos y se alejó un poco, como si me hubiese regalado una granada a punto de explotar. 

Quizá no deberías leerlo. No lo sé. Ahora no estoy segura de si quiero que lo leas.

Me sonrió aunque lo que quería, lo sé, era salir corriendo. 

Demasiado tarde. ¡Es mi regalo! Lo voy a leer.

Entonces volvió a acercarse a mí y me hizo escuchar una canción increíble , la mejor carta de presentación para la autobiografía de este tipo tan normal y tan raro, Mark Oliver Everett.

Mark sabe que a veces las muertes se encadenan unas con otras; no acabas de salir de un túnel cuando presientes la entrada en otro. Dejar ir es un oficio y requiere cierta práctica.

Su sentido del humor es el recurso del observador, del superviviente que aprende, claro que sí, que cada duelo nos enseña más y más sobre la vida. Las pequeñas cosas que se perciben como milagros inexplicables, esa creo que es la sustancia que queda flotando en el aire cuando por fin baja la marea.

2 comentarios:

  1. Sa-lir-co-rri-en-do? De-qué?
    (No hace falta qué te diga con que tono te lo estoy diciendo, no?)

    http://www.youtube.com/watch?v=vDpuuT6YsJg

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajaja, cllllaro que te conozco el tono, chulapísima! =D

      Preciosa la canción, la menciona en el libro pero aún no la había escuchado.

      "'Cause I know I've only got his moment and it's good". Yeah. "And maybe it's time to live".


      Eliminar